Carlos Farfán, Managing Director de Practia Global, opina sobre cuáles serán los principales desafíos y oportunidades que enfrentaremos en 2021 a nivel negocios y tecnología. 

Un año de recuperación paulatina y más digitalización

No hay dudas de que la perspectiva 2021 que tenemos en este comienzo de año es muy distinta a la de otros eneros. Luego de décadas de  aguas tranquilas la sociedad vivió un año transformador  tanto desde el punto de vista biológico como del tecnológico y del económico.

El 2020 representó tal vez el desafío de salud pública más grande de la historia moderna, por su alcance y la velocidad de su impacto. Una generación completa que llevaba décadas instalada en su zona de confort debió hacer frente a una amenaza de enorme magnitud. Y lo logró casi en tiempo real. La vacuna contra el COVID-19 es el mejor ejemplo: un desarrollo que siempre demoraba años esta vez se completó en apenas unos pocos meses.

La situación no terminó el 31 de diciembre, más allá de los deseos fervientes que se expresaron a la hora del brindis. El 2021 se presenta como un nuevo mega-desafío: tenemos que continuar agregando valor en medio de una situación que no termina de estabilizarse. La economía promete una recuperación paulatina: la caída fatal del PBI en el año que pasó se compensará con un efecto rebote que dejará un crecimiento al final de este período. Buena parte de ese PBI, que estaba ligado a cuestiones analógicas, a procesos manuales, a actividades en papel, transitará hacia la digitalización. Tenemos por delante un año en el que se consolidarán las definiciones que se aceleraron en 2020: el distanciamiento en los puntos de contacto, las propuestas de diseño de servicios, las formas de trabajo, los modelos de negocio.

Carlos farfán: “La cercanía será central en 2021”

Otro gran cambio que dejó el 2020 es la redefinición del concepto de “socio tecnológico”. A una empresa no le alcanzó durante el año con recibir los niveles de servicios acordados en los contratos comerciales. Necesitó un plus que no está en los papeles. Por eso es que durante este tiempo se cobraron más importancia valores que nacieron como diferenciadores en el mercado pero que ahora tienden a constituirse en estándares de la industria: desde la generación de una confianza muy estrecha entre las partes hasta mayores niveles de contención y empatía hacia el cliente.

Los acuerdos previos y las características del contrato pasaron a un segundo plano: fue un año en el que hubo que remar en conjunto – cliente y socio tecnológico – para alejarse juntos de la tormenta. Esto podría pronunciarse en 2021, un año en el que el desarrollo tecnológico dentro de las empresas no podrá escaparse del impacto de la pandemia. Cambió el año, pero no se resolvieron todos los problemas ni se agotaron los desafíos. Por esto mismo creemos que los remos deben seguir listos.

La vorágine encontró a Latinoamérica con una paradójica ventaja. La región, acostumbrada a la volatilidad y a la incertidumbre, supo ubicarse en una buena línea de partida para afrontar esta carrera repleta de desafíos. La distancia genera la necesidad de desarrollar nuevos mecanismos para construir equiposdar identidad y sumar personas que quizás solo vieron a la organización en dos dimensiones a través de pantallas. Una palabra clave que se afianzó en 2020 y que seguirá predominando las agendas de 2021 es “cercanía”: con los clientes y con los colaboradores.

Con la mirada hacia el futuro

La señal de largada ya se escuchó: estamos en plena carrera para afrontar 2021. ¿Mi deseo? Que este año podamos construir juntos nuevos argumentos para que, dentro de doce meses, podamos contar nuevamente cómo superamos los desafíos y el enorme caudal de oportunidades abiertas para 2022.

Carlos Farfán

 Carlos Farfán, Managing Director de Practia Global