Soplan vientos de cambio para la industria de Energía. Es que mientras los clientes -tanto residenciales como corporativos- completan su giro hacia el consumo responsable y comienzan a preferir la interacción con marcas que prioricen la sustentabilidad y cuiden el medio ambiente, las regulaciones se vuelven más estrictas en los diferentes rincones del mundo.
¿Debe reinventarse el sector hacia modelos más sustentables? Todo parece indicar que sí. De hecho, una de las predicciones de la investigadora especializada en este segmento Wood Mackenzie sostiene, que la diversificación de las empresas de petróleo y gas hacia energías bajas en carbono tiende a acelerarse.
El informe asegura que las grandes empresas europeas ya enfocaron sus aspiraciones de crecimiento en ese sentido. Además, los esfuerzos se están redoblando en este 2021, apostando a llegar en algunos casos a la emisión neutra. En los Estados Unidos comienza a transitarse este mismo camino.
Latinoamérica avanza
¿Qué ocurre en Latinoamérica? Emergen casos como el de YPF Luz. Creada con visión sustentable nacida en 2017, ya posee casi un 15% de su capacidad total instalada basada en energías renovables.
Para 2023, la compañía proyecta ser uno de los tres principales productores de energía eléctrica de Argentina sobre la base de diversas fuentes (térmica, eólica y solar) y alcanzar el 20% en renovables.
No es un caso aislado. Pampa Energía, por citar otro ejemplo, en esa misma línea generó según su reporte de sustentabilidad de 2019 el 15% de energías limpias a través de sus tres parques eólicos y de sus tres hidroeléctricas. En términos de emisiones de carbono, la compañía disminuyó un 86% el consumo de combustibles líquidos de un año al siguiente.
Servicios innovadores
Pero no solo se trata de incorporar más propuestas de energías renovables a los portafolios de productos y servicios, sino de llevar adelante un cambio de mindset de forma que puedan capitalizar su experiencia y sus infraestructuras y, al mismo tiempo, generar nuevos modelos de consumo adaptados a las necesidades de los clientes actuales.
La transformación digital es la vía para completar este camino de manera exitosa. Big data, inteligencia artificial, internet de las cosas y automatización son algunas de las tecnologías que habilitan la reinvención de las operaciones, la optimización de las cadenas de suministro y la agilidad para lanzar productos y servicios personalizados.
Desde servicios de gestión de la eficiencia hasta asesoramiento de optimización de consumo para empresas constructoras. Desde provisión de energía para vehículos eléctricos -otra tendencia que podría emerger en breve- hasta alquiler de equipos para almacenamiento individual de los consumidores. Las opciones no tienen límites visibles.
La industria necesita, más que nunca, ponerle energía para garantizar un mejor futuro no solo para el negocio en particular, sino también para el planeta en general.
¿Cuáles son los primeros pasos que debe dar una empresa energética para iniciar este camino de transformación? Nos gustaría conocer tu visión en nuestro Linkedin y Twitter!